Cazar en intensivo no es cazar

Coger una perdiz o codorniz o cualquier especie de una caja, colocarla tú mismo debajo de una zarza, una a una, y luego sacar a tu perro y llevarle donde la has soltado para que la muestre o levante y luego dispararla, no es cazar, eso puede ser «entrenamiento» para enseñar al cachorro ciertas cosas o necesidad y ansia de disparar porque en tu coto de caza salvaje llevas toda la temporada con los mismos cartuchos. No es nada de esto lo que te ofrecemos en Grupo Serbal.

Para empezar, en nuestro acotado no ves una caja. Las perdices están en el campo para cuando tú vas a cazarlas y, no tienes ni idea de dónde están. ¿No es así como ocurre en la caza salvaje?. A diferencia de un acotado intensivo que te dan una hectárea, aquí tienes más de 800 hectáreas por acotado para encontrar las perdices y generalmente te llevará cuatro horas hacerte con el cupo. Durante ese tiempo habrá momentos frenéticos, momentos en que parece que no hay caza y momentos en los que los lances se suceden más sosegados.

Resulta que según «los expertos» salir a un coto salvaje, con tu escopeta, tu perro y estar cinco horas detrás de (ninguna) perdiz pero haciéndote pajas mentales de que estás yendo detrás de un bando inexistente, sin pegar un tiro en toda la mañana, sin tocar un rastro, dejando de ir a los pocos días porque no hay ni piedras… ¿eso sí que es cazar? Disculpen ustedes pero no veo la diferencia con hacer trekking o ir al monte a pasear.

Curiosamente, todos estos zoquetes que opinan así, son los mismos que dicen que «perrear, no es cazar». Pero a ver ¡alma de cántaro! si cuando vas a «cazar» según tú y no pegas un solo tiro…¡lo que estás haciendo es perrear! El problema es que esta gente (que con el tiempo se irá extinguiendo ella sola) solo entienden la caza si llevan la escopeta, aunque no disparen. Además, la caza debe ser de gratis a barata porque no la entienden como afición. Igualmente, estos personajes son los que en su foro interno están envidiosos de que tú caces, y ellos no puedan, porque renunciar a sus creencias tanto tiempo vomitadas en el bar, es muy duro.